20 marzo, 2008

"SE TRASLADA"

"Tajada en doce piedras que soñaban en la maleza para liberar al gajo de las heridas del mal injertadas por los doce.


…y “koniek”.


..cuando la sospechosa nube-blanca comenzó a disiparse, todo empezó a cobrar un sinsentido que deshizo todo tipo de razón. Cada segundo que pasaba la incertidumbre se apoderaba más de mí. El cansancio se convirtió en sueño y éste a su vez en una gran pesadilla:

“Desde su atalaya el cuco del reloj, con un gesto frenético, dio la salida a una orgía de color rosa, que posiblemente no encontraría nunca su fin. Entonces el cuco se despidió de su casita tirolesa de los cojones con un corte de alas y se sumó a la fiesta. Eran las doce.

La gallina con su mirada psicótica había conseguido colocar encima de la piedra blanca, a modo de altar, la triste navaja en equilibrio sobre el enorme huevo. Debajo, una inscripción rezaba:

“Sin cenutrios no hay resaca”.

En la parte posterior del altar, y con una mirada muy profunda, nos habían colocado a cada uno de nosotros con un traje de virgen regional. La visión era patética; el descontrol perfecto. Los ojos de la lechuza empezaron a justificar su tamaño por el consumo abusivo del oxígeno adulterado, tan deseado por todos. El ambiente del corrillo frente al altar era insuperable: el avestruz, la gallina, la lechuza y el cuco no paraban de atizarles a unas botellas de alegres sustancias mientras el alacrán y la garrapata fumaban sin control unas cosillas que hacían que no parasen de reír; y el efecto del humillo hacía que todas las vírgenes regionales empezaran a entonar el himno en honor a la Virgen de los Dados (ausente en aquel momento por motivos profesionales).

…Empecé a pensar que ni el espacio ni el tiempo me acompañaban y, aprovechando el descontrol en el que todos se encontraban, me escapé por una rendija oxidada de aquella persiana que nunca llegó a distinguir la noche del día.

Me tiré al suelo con rabia, con ganas de olvidarlo todo y de que sólo el firmamento fuese quien me proporcionara la tranquilidad que necesitaba… ¡desgraciado de mí!, todas las constelaciones estaban formadas por enormes garbanzos luminosos que con una hermosa danza me hacían llegar un mensaje que decía:

“Estás cocido,
vete a Granada;
súbete a un ciruelo y
tira las piedras porque…
solamente en el patxaran
está la respuesta”

Me despiertan las primeras luces resacosas y frías. Tengo la sensación de que alguien me espera y sin pensarlo salgo corriendo con el texto en la mano…allí estaba, en nuestra piedra gorda. Era pequeño y tenía la sonrisa más grande que su cara…Se llamaba Julito.

Nos sentamos muy juntos y le di el relato… Se hizo el silencio.
Cuando terminó de leerlo me dijo que hasta ese momento no había comprendido lo que valía el tiempo. Me regaló su antiguo reloj de bolsillo, nos dimos un abrazo y, dándome las gracias, se fue.

Le vi alejarse lentamente, cada vez más pequeña su figura. Nunca se dio la vuelta. En mi recuerdo solo queda el movimiento cadencioso de sus pasos, con el acompasado sonido del segundero de su antiguo reloj.

Me puse a llorar y para cuando me sequé las lágrimas lo único que pude sentir de él fue el susurro de la antigua melodía libanesa que iba cantando:

“Tic,tic,tic y´am sleiman

Tic,tic,tic jausic uan kan?

Tic,tic,tic kan bil haggle

Am yektuf khaukh ou remman”…

9 Comments:

Blogger nubeblanca said...

...Gracias a todos los que habeis hecho posible que el tiempo se detenga para poder realizar este sueño.

20 marzo, 2008 20:43  
Blogger Nemo said...

Gracias a tí, Pimpollo...has conseguido que doce descerebrados estén pendientes, desinhibidos, divertidos, extrovertidos y encandilados con esta locura sin par. Creo que, con el reto, todos hemos descubierto muchas cosas de nosotros mismos y muchas cosas del resto de esos locos maravillosos que sois todos...desde cada historia (cada cual con sus rollos personales, con su estilo , con sus obstáculos para conseguir que sus neuronas conecten de una forma distinta) hasta cada uno de los hilarantes comentarios, se ha ido construyendo una colchita de "patchwork" calentita bajo la que soñaré confortablemente toda esta noche...
Besitos

21 marzo, 2008 01:39  
Blogger lala said...

Mi chamán predilecto, mi alma al desnudo, mi parálisis temporal, mi dibujante de sonrisas, mi hacedor de guiños...
te adoro!

Gracias

21 marzo, 2008 01:46  
Blogger lapalo said...

Gracias a tí, pedazo de nube. Y yo diría que más que blanca eres nube-rosa-que luego se pone dorada. Como las que a veces vemos por estos nuestros praus. Esto ha sido muy divertido, y poético. ¿Cómo tú, piedra pequeña, como tú?. Es una suerte tenerte cerca y que compartas generosamente ( y de mil maneras diferentes)tu mundo genial. Te quiero un montón. Muacs grandes.

21 marzo, 2008 20:42  
Blogger Nemo said...

Lo del "como tú"..? Supongo que querías poner signos de admiración, no de interrogación...o eso o te estás volviendo poetisa críptica y espesa...porque no lo pillo....
Hablando de poesía...me chifla el final de la entrada.

21 marzo, 2008 22:02  
Blogger lapalo said...

A ver Nemito... ¿tu no has oido nunca a Paco Ibañez? es un tostón ,advierto

22 marzo, 2008 00:17  
Blogger Nemo said...

¡Ah, sí hombre! ¡Paco Ibáñez Serrador! Ese era el famoso poeta de:
...Un, dos, tres...
...aquí estamos con usted otra vez...

Y, sí, era un tostón.

22 marzo, 2008 08:52  
Blogger lapalo said...

A ver , Nemesio, te estás ganando a pulso que te grabe la canción de marras, repetida 15 veces, como manda la tradición, y te la regale con todo micariño. Por listillo.

22 marzo, 2008 11:12  
Blogger triskel said...

Dicen que la distancia es el olvido, pero yo no concibo esa razón... Ámos, que no me entra en la mollera.

Gracias a ti, Nubeblanca, por comenzar esta locuaz andadura y curiosa batalla epistolar que a todos a unido. Y a ti por seguirla. Y a ti, y a ti, y a ti... Gracias a todos por haber hecho que, desde la distancia, me sienta arropado por esos maravillosos "petrófilos" adoradores de la vida sin-sentido (pero con mucho más sentido que el resto del Mundo) y por hacer que por momentos libere mi Espíritu, mi Alma y el todavía atolondrado niño-que-se-mete-el-dedo-en-la-nariz que llevo dentro.

Tengo los tobillos gruesos a causa de este periplo sin par, los juanetes me están matando y los "juanetos" irritados de tanta rozadura en la entrepierna (sí, es de familia). Pero ha merecido la pena recorrer este camino con vosotros. He descubierto parajes entrañables que jamás creí que podrían existir, he viajado a 12 maravillosos países con habitantes de lo más variado... y todo ello sin moverme de la silla. Y lo mejor es que puedo volver cuando quiera. Gracias.

24 marzo, 2008 10:56  

Publicar un comentario

<< Home