A fuerza de viajar al trópico la señorita Batiscafo había contraído una extraña enfermedad llamada "inversión de cuerpo y alma". La dolencia provocaba un crecimiento inverso de mente y cuerpo de modo que, a muy temprana edad, la señorita B se comportaba como una mujer en el cuerpo de una niña. A medida que su cuerpo fué creciendo convirtiéndose en mujer, la niña que no había podido ser comenzó a crecer y crecer... y crecer, cual Alicia en un país maravilloso. Ahora no le cabe la niña dentro y se sale por las ventanas de sus ojos, por las puntas de los dedos... y sigue creciendo y creciendo...
Im-presionante e inquietante foto... ¿Cómo lo consiguieron, Batiscafo? Si eras igual de inquieta que ahora, supongo que tuvieron que ponerte unos puntos de pegamento en manos, pies y culo para inmovilizarte. Te imagino subiendo la montaña de la cama de tus padres, haciendo cuatro versiones diferentes ilustradas de "papá-mamá y yo", empinando el codo para tomar tus biberones (en cristal fino y tetina "high quality", que si no la leche no sabe igual) y soñando que de mayor ibas a dar la vuelta al mundo (igual que soñabamos todos los niños, solo que tú lo hiciste). Demoledora esa mirada por encima de las gafas: "cuando consiga despegarme de aquí, os vais a enterar". Y lo más sorprendente: los superpoderes de invisibilidad del señor de la foto (tu padre, supongo), que en el último momento se percató de que sí sale reflejado en los espejos... Como, desgraciadamente, Batiscafo no heredó esa facultad, la ha sustituído moviéndose muy rápido...
6 Comments:
A fuerza de viajar al trópico la señorita Batiscafo había contraído una extraña enfermedad llamada "inversión de cuerpo y alma". La dolencia provocaba un crecimiento inverso de mente y cuerpo de modo que, a muy temprana edad, la señorita B se comportaba como una mujer en el cuerpo de una niña.
A medida que su cuerpo fué creciendo convirtiéndose en mujer, la niña que no había podido ser comenzó a crecer y crecer... y crecer, cual Alicia en un país maravilloso.
Ahora no le cabe la niña dentro y se sale por las ventanas de sus ojos, por las puntas de los dedos... y sigue creciendo y creciendo...
Im-presionante e inquietante foto...
¿Cómo lo consiguieron, Batiscafo? Si eras igual de inquieta que ahora, supongo que tuvieron que ponerte unos puntos de pegamento en manos, pies y culo para inmovilizarte. Te imagino subiendo la montaña de la cama de tus padres, haciendo cuatro versiones diferentes ilustradas de "papá-mamá y yo", empinando el codo para tomar tus biberones (en cristal fino y tetina "high quality", que si no la leche no sabe igual) y soñando que de mayor ibas a dar la vuelta al mundo (igual que soñabamos todos los niños, solo que tú lo hiciste).
Demoledora esa mirada por encima de las gafas: "cuando consiga despegarme de aquí, os vais a enterar".
Y lo más sorprendente: los superpoderes de invisibilidad del señor de la foto (tu padre, supongo), que en el último momento se percató de que sí sale reflejado en los espejos...
Como, desgraciadamente, Batiscafo no heredó esa facultad, la ha sustituído moviéndose muy rápido...
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...¡Y que no se cierre nunca! Déjanos beber de ese gran reserva que guardas en tu corazón. Te quiero.
Yo le pondría un comentario encima de la cabeza que dijera: "¿estais tontos?. Porque soy pequeña, si no , sus ibais a enterar?".
Me muero de ganas de comentar esta foto, pero no se si me dejan. Por si acaso, me voy a cortar un poco... Como era eso del CR, Batiscafo?
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